Auto.imagen

Es difícil describirse en tan poco espacio, es más, ya es complicado el hecho de auto analizarse.
Cuando me sienta capaz, cuando tenga la capacidad de comprender quién soy, me definiré, lo prometo.

sábado, 2 de julio de 2011

Autoconcepción lingüística

Por mi parte, soy escaso de nariz y máximo de ojos,
creciente de peluca y oyente por excelencia.
Destacado abdomen marcado por la experiencia de la gula.
Amarillo de tez, escritor nocturno.
Mínimo de manos y torpe por naturaleza.
Busquilla de emociones y administrador de argumentos.
Creador de certezas y recolector de dudas.
Innovante de pensamiento, valiente en las calles.
Inoxidable de pulmones, magistral de apetito. 

Lentísimo perdedor, sonámbulo de mediocridad. 
Abultado de sueños, arropado de sociedad. De visión escasa, frío de pies, exacerbado por doquier.
Afortunado de la vida y tímido matemático. 

Entrometido en bibliotecas, aficionado por las letras, la trova y el espacio. Amigo de mis amigos, persistente en deseos. Ancho de espalda y discreto poeta.
Confuso de palabras y pulcro en la tinta. 

Sonriente ocasional, paciente del destino.
Resplandeciente de amores y  luchador social.  
Pesado de sueño y melancólico nocturno.
Navegante de tu boca, explorador de avistamientos.
Inexplicablemente ordenado, persistente igualitario.
Deportista innato y rabioso genético.
Encantador de pequeños y frustrado de la elite.
Activo por padecimiento, inquieto trovador. 

Introvertido personaje, extrovertido por pasión. 
Ocurrente de labia y cambiante por signo.
Inspector de la luna, viajero del Sol, y por sobretodo,
amante de Catalina. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario