No te dejaré ir

A piacere 

Contemplación meridiana

Si la rutinaria sensación de libertad se encuentra presente dentro de nuestro anhelante camino, podremos captar las señales que nos proporciona la emoción de viajar hacia el centro de nuestro interior.

La expresión volátil de la estremecida manía por contemplar, plasmar e interpretarte, han de ser los motivos para ascender y completar los síntomas más inherentes de nuestro ser.

Necesito de tu aire, tu fuego y tu alma ulterior, esa perfecta armonía entre cuerpo-mente que posee tu silueta de tonalidad crepuscular. 

Que el soneto nos tome por sorpresa

Anhelante, hilarante. 

Rosaleda

Puede que sí, al dejar de pensar en el abismal y efímero transcurso de la Tierra, hemos olvidado las raíces de la purificación. Es necesario poseer un jardín.

De aquellos en donde las rosas salen de las manos, en donde las espinas cubren el rocío matinal. En aquél lugar donde la vida sigue oxigenando las arterias de tu vida, invocando la simplicidad de la inmensidad terrenal.


Me gustaría que plantáramos tréboles de siete hojas, un par de silogismos y un infinito resollar.
Tal vez nos quedemos insertados en el jardín de lusas blasfemias, un contagioso vuelo transversal  hacia la anónima galerna.

Dame calma y dame vértigo. Quiero ser uno en tu solsticio de primavera, besarte hasta la profundidad de tu alma y dejar escrito en tu piel, un ceñido atronador. 

A punto

Pensé equilibrar lo más incógnito del subjetivismo sustancial. Intuir, adquiriendo  los adoquines soñolientos, a un paso de la utopía. Proliferar la volatilidad de las palabras e insertarlas dentro de un marco teórico sin sentido. Buscar y conseguir. Construir. Detallar.
Estoy a punto... 3/4.

Sub- existencia

En medio de la tierra apartaré los cristales para mirarte.
Dejaré atrás la oscura transparencia vociferante hereditaria.
Pondré la estrella más luminosa para que se acomode a tu hermosura,
para que advierta a millones de años luz el significado de tu nombre.
Recordaré los cien sonetos que escribí aquella noche y colgaré tus fotografías al viento.
Las observaré en mis días más serenos, las aclamaré en mi excitación. Serán mi guía y mi tesoro.

Pensaré en aquellos tiempos, en donde amábamos, reinábamos en un mundo de galaxias infinitas. Nuestro propio sitio, en donde la música de la piel logra conectarse con la vibrante e inclemente crepúsculo de rayos primaverales.

Descendamos a la tierra sub-terrenal, es tiempo de acallar las voces de este mundo incapaz de fortalecer nuestra vida. Necesitamos encontrarnos, en los suburbios del ayer...

séptima escena

Qué incierto desconsuelo. Qué linfática sonoridad -Gritaba ansioso-

¿Cómo soñar desesperanzas cuando tienes una eternidad armoniosamente estelar?
No dudé cuando tuve asperezas, no vacilé ante la incertidumbre del pasado. Ya era tiempo de tomar el barco por la proa y dejar que el océano de cristalinas ilusiones hicieran lo propio. No bastaba con ver pasar el vértigo inminente. Era tiempo de visitarnos.

El viaje duró lo que el beso primaveral hizo magia en tu piel.
Un infinito fulgor.

Es tiempo de subir el telón, mi Julieta está en escena, próxima a deleitar a su flamante público. Los tres mil millones de latidos están en primera fila. La cartelera anuncia el estreno más esperado del último tiempo: Canto a la vida, siete de noviembre.

Medievo lingüístico

Me gustaría apaciguar cada herida de tu Sol y disminuir la frecuencia termodinámica de la fragilidad.  Cómo quisiera sanar las cicatrices del tortuoso pasado estival. Me encantaría ser blanco de tus puñales y escudo de tus tristezas. ¡Cómo me gustaría ser espadachín de tu vida! 
Y pensar que tengo mi armadura en tu portal... ¿Por qué no usarla?

El tiempo da la partida hacia el infinito transcurso de la supremacía quirúrgica. Un minúsculo detalle en falso y el paso que dimos, será pretérito imperfecto. Demos un hiperbaton de sueños, y no dejemos que la hipérbole haga su juego coloquial. Epítetos de vida, anacronismos secuenciales, sinonimia falaz y un par de sintagmas de  efervescencia. ¿Algo más?
Sí, tu pasión. Eso amo, por sobre todo.

Intrínseco tacto

Quiero ser uno con tu sonrisa, reflejar tu belleza en el espejismo de la galaxia infinita. Ser viajero de tus sueños, navegante de tus labios, observador de abismos y recolector de inocencia. Director de emociones, buscador de clemencia. Quiero ser uno con tu vientre y danzar al compás de tus piernas. Tu hermosura extasiada, ¡oh! Me hace cantar hasta los sonetos de tu vida...

Quiero ser uno, contigo, princesita. 

Indicio contencioso

Debido al sublime éxodo masivo de coerción sinética.  A la conjunción de problemas situados  frente a la esquina ferroviaria de la mente. Al sin fin de taxomas conyugales del sistema matiendométrico y a la voraz insistencia de aclamar tu nombre. Me declaro culpable y con una pena que va desde los 7 días de prisión preventiva hasta los 365 días del año. 
Culpable, totalmente culpable de toda coexistencia hormonal y emocional, con un estado irascible de perplejidad amorosa. Júzgame, digo, ámame. 

Autoconcepción lingüística

Por mi parte, soy escaso de nariz y máximo de ojos,
creciente de peluca y oyente por excelencia.
Destacado abdomen marcado por la experiencia de la gula.
Amarillo de tez, escritor nocturno.
Mínimo de manos y torpe por naturaleza.
Busquilla de emociones y administrador de argumentos.
Creador de certezas y recolector de dudas.
Innovante de pensamiento, valiente en las calles.
Inoxidable de pulmones, magistral de apetito. 
Lentísimo perdedor, sonámbulo de mediocridad. 
Abultado de sueños, arropado de sociedad. De visión escasa, frío de pies, exacerbado por doquier.
Afortunado de la vida y tímido matemático. 
Entrometido en bibliotecas, aficionado por las letras, la trova y el espacio. Amigo de mis amigos, persistente en deseos. Ancho de espalda y discreto poeta.
Confuso de palabras y pulcro en la tinta. 
Sonriente ocasional, paciente del destino.
Resplandeciente de amores y  luchador social.  
Pesado de sueño y melancólico nocturno. Navegante de tu boca, explorador de avistamientos.
Inexplicablemente ordenado, persistente igualitario.
Deportista innato y rabioso genético.
Encantador de pequeños y frustrado de la elite.
Activo por padecimiento, inquieto trovador. 
Introvertido personaje, extrovertido por pasión. 
Ocurrente de labia y cambiante por signo.
Inspector de la luna, viajero del Sol, y por sobretodo,
amante de Catalina. 

Benevolencia inherente

Te dejo la palabra sobre la pared. Observo la frase por encima de la vida. Mantengo la sutileza de tu ayer plasmado en la bitácora. Desarmo hiatos de ilusiones y superpongo los millones de diacríticos que forman tu nombre. Me gustaría reprochar las regalías de la galaxia e incentivar la voz empedernida del ocaso, firmando con un suave compás...  sobre tu regazo. 

Asciende

Camina hacia el infinito y efímero tiempo de absorción.

 Limita toda posibilidad de abstenerte a la sustancial vida planetaria. No dejes que la fuerza de atracción te haga caer hacia la litosfera.

 Incita a tus siete sentidos, conectate con la magificiencia de tu ser e ilumínate con nuestro Astro. El mismo que te trajo hasta aquí y que hoy, quiere que sigas su paso.

No dejes que el temor haga un punto de partida en tu piel, no dejes que la vida se lleve lo mejor de ti, esa esencia atmosféricamente volátil, que posee caracteres de una extra-visión olfativa del gusto por el tacto auditivo.

Eres luna y sol, cielo y mar, fuego y aire, el yin y el yang. Eres todo, absolutamente todo. 

Catarsis

Con la insistencia de la movilidad esencial de tu paso, guiado por la intrínseca pasión de tu andar, en compañía de la maravillosa y cautelosa problemática sustancial de la vida. Me sitúo aquí y asevero firme y concisamente: no puedo estar sin ti.

¿Cómo prevalecer ante la incertidumbre de la inexistencia rutinaria?

Es sencillo de comprender: produces un estado de éxtasis cartesiano, en conjunto con una amorosa locura temporalmente clarificada, grado 7.

Por siempre

Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría
nuestro amor.

Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría
sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido
vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños,
la que me da la alegría...

Si el mundo no girara
o el tiempo no existiese,
entonces, jamás moriría
Jamás morirías
tampoco nuestro amor...
pero el tiempo no es necesario
nuestro amor es eterno
no necesitamos del sol
de la luna o los astros
para seguir amándonos...

Si la vida fuera otra
y la muerte llegase
entonces, te amaría
hoy, mañana...
por siempre...
todavía.





Oh, Benedetti... muchas gracias.
Oh Catalina... muchas gracias.

Aviso de utilidad pública

Se busca psiquiatra, con mención en locura trascendente parietal y con especialidad en catalinística contemporánea. De preferencia, mujer, castaña, de ojos expresivos y sonrisa perfecta.

La busca inconmensuradamente, su futuro espacial. 

Lo que necesito de ti

No sabes como necesito tu voz;
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior;
necesito la luz de tus labios
¡ Ya no puedo... seguir así!
Ya, no puedo... 
mi mente no quiere pensar
no puede pensar nada más que en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina
mi fuente de vida se ha secado
con la fuerza del olvido...
me estoy quemando;
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aun ¡Te sigo extrañando!


Escrito por Benedetti y expresado... por mí. 

Deeply

¿Quién dijo que no podíamos llegar hasta lo más profundo de nuestro ser? 

Si cierras los ojos, por dos segundos, verás en tu interior algo que quizás, hace un par de minutos atrás, jamás imaginaste.

Eres tú, sí... tú.  

Ahonda en lo más profundo del ser, el misterio de un nuevo trasfondo imaginario, un paso hacia lo desconocido, el regreso del futuro. No dejes de buscar (te). En cualquier momento, podrás realizar el viaje más importante de tu vida. Mientras tanto, mantén la calma, nadie nos apura, ni siquiera tu sonrisa...

Por descubrir

Me encanta: tu forma de ser, tu ternura, tu dulzura, tu sonrisa, tu cabello ondulado, tus labios, tu simpleza, tu imaginación, tu figura, tus pechos, tu cintura, tu espalda, tus ojitos, tu sonrisa oh, me encanta tu sonrisa, tu sencillez, tu forma de pensar, tu cosmovisión, tu naturalidad, tu olor, tu forma de caminar, tu manera de mirar(me), tu coqueteo, tu letra, tus cartas, tu amor por la música, tu locura infinita, tu risa, tu forma de analizar, tu cara, tus piernas, tu voz, tu bondad, tu rabia con el mundo, tu comprensión, tu paciencia, tus labios, oh, me fascinan, tus labios,  tu forma de expresarte, tu, me encantas tú.

Me vuelvo loco cuando: Me miras y me haces temblar, me tocas y me derrito, me sonríes y me haces volar, me besas y me haces tiritar, cantas, bailas, escribes, comes, ríes, sueñas, anhelas, me gritas tu locura, me observas con ternura, hacemos el amor, tomas mi mano y me invitas a volar, me hablas, tiras tu ropa con la mía, te recuestas sobre mi pecho, me acaricias, me abrazas con fuerza, nos despedimos, siempre... Siempre me vuelvo loco, contigo. 


Amo: Que seamos tan parecidos y a la vez tan distintos, pensar en un próximo futuro, tus ojitos hermosos, tu sonrisa perfecta, tu cuerpo perfecto, tu pensamiento perfecto, tu boca perfecta, tu todo perfecto.

Tú... eres perfecta, para mí. 

Sutileza de ayer

Mientras camino al borde de tu portal, hacia el centro de los sueños se encuentra aquel ayer que jamás acabamos. Donde los recuerdos y el amor, no son más que uno solo. El punto exacto, donde convergemos.  

Fotografía

Ante la duda, dispara. Es algo así como la inspiración del mundo real ante la llegada del submundo abismal. No dejes que las emociones ahonden tu interior, reemplaza sensación por intuición. Existe un breve lapsus de tiempo en donde debes ser capaz de seleccionar el cuadro, el cuadro que siempre deseaste. El flash no es más que un acompañante. Haz volar tus emociones, toma tu conocimiento y haz tuyo todo lo que sabes. 

Toma la iniciativa, selecciona y dispara.
Así tendrás la vida en tus manos y de paso, una buena fotografía de ti mismo. 

Simple problema

Me encanta el pensamiento subconsciente de la fascinación de la existencia del ser. Es un gusto que haya una cantidad inexorable de problemas sin solución. Sino, ¿qué sentido tendría vivir dentro de un mundo saturado de respuestas sin convicción, con argumentos banales y un contexto indeterminable? Una palabra hacia lo desconocido, es algo así como un vacío estelar.

La frecuencia con que emitimos el sonido de la vibración secuencial logra conectarse con el interior de la razón instrumental de lo superficial. Simple, ¿no? 

Equinoccio

Piensas que de algún lejano rincón, las estrellas bajarán desde lo desconocido y brillarán dentro de tu piel. Imaginas el resplandor del Sol bajo tu alma, la fugacidad del cielo limita con la inocencia de la vida.Sueles soñar con la volatilidad de las palabras, el inconsciente paso de tus horas subyace tras la claridad del anochecer.