Redireccionando

La vida no es más que tu propio instrumento. Ha sido creada y modificada por el sujeto. Intervenida y guiada hacia lo desconocido. Necesitamos implementar una vía alternativa, sino, quedaremos vacíos. Es así como nace el imitar, el ser igual que el otro. ¿Cómo es posible?

Cada cual debe poseer sus propios intereses, debe ser capaz de afrontar lo que se viene y guiarse según sus ideales, según sus pensamientos y sentimientos.

He tratado de entender por qué hay gente tan conformista, tan simple, tan banal. Se quedan con lo poco, no hay esfuerzo de por medio. ¿Y saben que es lo peor? SE QUEJAN. Por favor...

¡Abramos los ojos, señores!
Cuando menos lo esperen, no habrá una señalética que los guíe y probablemente sea tarde, muy tarde.

¡ Estamos todos locos !

Me parece tan extraño que de un día para otro, la gente que antes criticaba las actividades culturales, sean partidarias del patriotismo. Me parece tan extraño que no haya conciencia social. Me parece tan extraño que la gente sea tan cínica (no, en verdad no). Me parece tan extraño que el fútbol mueva multitudes y la gente sea tan apasionada, a tal extremo que su objetividad se pierde hasta llegar a la nulidad. Me parece tan extraño que la gente no pueda ser capaz de entablar un tema de conversación a la hora de almuerzo, y es peor aún, cuando lo intentan y llegan a lo mismo de siempre: la farándula. Me parece tan extraño que sintamos vergüenza por demostrar los sentimientos. Me parece tan extraño que exista gente hipócrita y no sea capaz de afrontar lo que le sucede. 


Me parece tan extraño que ni siquiera pueda parecer extraño todo lo que he dicho.

Sette

Pasaron cuatro días desde el primer momento en que nuestras miradas se cruzaron, pasaron cuatro días desde que dije: ¡Ella es para mí! Siempre lo supe, con la llegada de la primera sonrisa... 

Nos bastaron un par de horas para poder complementarnos. Sentí que el mundo giraba y giraba. Sentí que las palabras brotaban tras el rosal, sentí tus labios junto a los míos y con eso, volví a soñar. 

Emprendimos el primer vuelo, juntos. Sueños, anhelos, millones de ilusiones tras el primer beso.
Desde ese momento, ya nada sería igual. Nuestras vidas se cruzaron para unirse por la eternidad.

Esperé por años la llegada del amor verdadero, aquel que me haría olvidar los malos recuerdos del pasado. Aquel que me haría volar, soñar, imaginar, renacer. Aquel que tu me diste, preciosa. 

Las palabras van llenando los versos de la vida, tu mirada como un haz de luna, llena mis noches de días. Tu corazón, como el propulsor de la pasión, logra conectarnos hasta lo más profundo, estabiliza nuestras emociones y guía nuestras sensaciones. Ya no hay más, no existe algo ni alguien que pueda mover mi vida como lo haces tú. Y es que después de conocerte, de besarte, de abrazarte, ya no existe nada..  Tan solo tú, mi amor, mi vida, mi t o d o. 

Under sun

¡ T O D O  es posible !

¿Quién dijo que la distancia podría separar?
Hay pruebas, existen hechos de que esto es incorrecto.  Y sí, nosotros somos parte de las evidencias.

Logramos superar barreras impuestas por la vida, instauramos un ritmo de imaginación que llegó a crear una atmósfera de amor y compañía.


Amoor
Tal como dice la palabra, sin ti, no hay amor. Simple.

Esto de estar enamoorado....

Solsticio de primavera

La primavera en todo su esplendor , una mañana cualquiera. Caminábamos por la acera de la calle principal. Tú, risueña y angelical. Yo, serio y formal.

Quisimos adelantar el paso, los nervios tras la primera cita eran evidentes. ¿La conozco? -Me pregunté. Quizás de algún lejano rincón, de otra galaxia. Me respondieron...

Las sonrisas enmudecían cualquier palabra, los rayos del sol, guiaban nuestro paso. Una mirada coqueta hizo cambiar todo. No tenía más remedio. No había otra salida.

Logré concentrarme, por dos segundos me mantuve en las nubes. ¿Cómo no? Es la mujer de mis sueños, a quién había imaginado durante años... Y hoy, en frente, la observaba detenidamente.

En la cara, dos soles, que sin palabras hablan. Estaba perplejo. Me enamoré.
Lo dije y qué.