Sub- existencia

En medio de la tierra apartaré los cristales para mirarte.
Dejaré atrás la oscura transparencia vociferante hereditaria.
Pondré la estrella más luminosa para que se acomode a tu hermosura,
para que advierta a millones de años luz el significado de tu nombre.
Recordaré los cien sonetos que escribí aquella noche y colgaré tus fotografías al viento.
Las observaré en mis días más serenos, las aclamaré en mi excitación. Serán mi guía y mi tesoro.

Pensaré en aquellos tiempos, en donde amábamos, reinábamos en un mundo de galaxias infinitas. Nuestro propio sitio, en donde la música de la piel logra conectarse con la vibrante e inclemente crepúsculo de rayos primaverales.

Descendamos a la tierra sub-terrenal, es tiempo de acallar las voces de este mundo incapaz de fortalecer nuestra vida. Necesitamos encontrarnos, en los suburbios del ayer...

séptima escena

Qué incierto desconsuelo. Qué linfática sonoridad -Gritaba ansioso-

¿Cómo soñar desesperanzas cuando tienes una eternidad armoniosamente estelar?
No dudé cuando tuve asperezas, no vacilé ante la incertidumbre del pasado. Ya era tiempo de tomar el barco por la proa y dejar que el océano de cristalinas ilusiones hicieran lo propio. No bastaba con ver pasar el vértigo inminente. Era tiempo de visitarnos.

El viaje duró lo que el beso primaveral hizo magia en tu piel.
Un infinito fulgor.

Es tiempo de subir el telón, mi Julieta está en escena, próxima a deleitar a su flamante público. Los tres mil millones de latidos están en primera fila. La cartelera anuncia el estreno más esperado del último tiempo: Canto a la vida, siete de noviembre.