Auto.imagen

Es difícil describirse en tan poco espacio, es más, ya es complicado el hecho de auto analizarse.
Cuando me sienta capaz, cuando tenga la capacidad de comprender quién soy, me definiré, lo prometo.

viernes, 10 de agosto de 2012

A barlovento

Entre vigas de vaivenes temerarios, ante la incipiente aparición de tu universo abstracto, deja que la sublimidad de lo absoluto permita atravesar lo más ínfimo de tu cuerpo intelectual. Anhela ese cosquilleo de dulce y agraz, lo más próximo a tu destello de apacible sencillez.

Dame tu tregua. 

jueves, 16 de febrero de 2012

Tú, por sobre todo

Por ti, estoy dispuesto a dejar mis versos y reemplazarlos por vida.

Sol de búsqueda

Incipiente forma de manejar el vaivén del suspiro, un extracto de miel y eclípticos ilusorios. 

Un creciente pedazo de arrebatadas noctilucas que emergen tras el intenso crepúsculo de la bahía de tu piel. Próximo a tu sombra, un naciente radar de vigas temerarias, un toque de queda ante la inmensidad de lo que se avecina. Ante la duda, toma el papel que dejé tras tu portal, podrás encontrar un paisaje lunar y el otro engranaje que forma nuestros cuerpos. No olvides que son sólo 12 segundos de oscuridad, un espacio ínfimo entre tu cabello y mi vida. 

lunes, 10 de octubre de 2011

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Contemplación meridiana

Si la rutinaria sensación de libertad se encuentra presente dentro de nuestro anhelante camino, podremos captar las señales que nos proporciona la emoción de viajar hacia el centro de nuestro interior.

La expresión volátil de la estremecida manía por contemplar, plasmar e interpretarte, han de ser los motivos para ascender y completar los síntomas más inherentes de nuestro ser.

Necesito de tu aire, tu fuego y tu alma ulterior, esa perfecta armonía entre cuerpo-mente que posee tu silueta de tonalidad crepuscular. 

lunes, 19 de septiembre de 2011

lunes, 5 de septiembre de 2011

Rosaleda

Puede que sí, al dejar de pensar en el abismal y efímero transcurso de la Tierra, hemos olvidado las raíces de la purificación. Es necesario poseer un jardín.

De aquellos en donde las rosas salen de las manos, en donde las espinas cubren el rocío matinal. En aquél lugar donde la vida sigue oxigenando las arterias de tu vida, invocando la simplicidad de la inmensidad terrenal.


Me gustaría que plantáramos tréboles de siete hojas, un par de silogismos y un infinito resollar.
Tal vez nos quedemos insertados en el jardín de lusas blasfemias, un contagioso vuelo transversal  hacia la anónima galerna.

Dame calma y dame vértigo. Quiero ser uno en tu solsticio de primavera, besarte hasta la profundidad de tu alma y dejar escrito en tu piel, un ceñido atronador.